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San Martín se quedó con un gran juego

Cerrado hasta el final, pero siempre con los correntinos como dominadores, Atenas no pudo mantener su racha victoriosa al caer por 92-84.


En un juego cerrado y con alternativas cambiantes pero siempre con el mismo dominador, Atenas no logró mantener su racha victoriosa y cayó frente a San Martín de Corrientes por 92-84. El elenco correntino, que tuvo como figuras a los cordobeses Jonathan Machuca y Javier Saiz, más el experimentado Leonardo Mainoldi, hilvanó así su séptimo triunfo en hilera y da batalla para acomodarse entre los primeros cuatro en las posiciones (16-8). El Griego, en tanto, quedó con récord 8-16 y deberá seguir peleando para trepar escalones.

Un inicio criminal de Machuca con 18 puntos en el primer cuarto (3/3 en dobles y 4/4 en triples) fue la base sólida sobre la que San Martín comenzó a edificar un triunfo que no le fue sencillo de sentenciar. Llegó a tomar máxima de 18 (40-22) en el segundo cuarto y todo indicaba que bajaba persianas temprano y se iba a descansar. Pero terminó penando porque por cabeza dura el Griego nunca se dio por vencido y lo hizo trabajar duro.

San Martín fue el que siempre dominó y en ningún momento del partido se vio abajo del marcador, inclusive desde el 2-0 inicial. Pero siempre se encontró a sus espaldas con una respuesta Verde, para hacer que el juego nunca se abriera. Principalmente Latraius Mosley, la figura local que estuvo a nada de cerrar una noche personal con triple doble (23 puntos, 9 rebotes y 9 asistencias).

En contadas oportunidades los correntinos acudieron al lustre de chapa de oficio y experiencia que tienen en el plantel. Primero el mencionado Machuca, luego el dominio en la pintura de Saiz y también las bombas de Mainoldi, que de larga distancia llegó a desactivar desde el tercer cuarto las luces de alarma cada vez que la cosa se ponía fea. Y en el cierre, oportunamente dijo presente Matías Solanas, para agregar su cuota de calidad y determinación.

Fue cerrado, sin grandes ventajas (excepto el 18). Pero también de esas noches en las que la sensación dice que puede jugarse dos días más que al resultado nadie lo cambiará. Cayó Atenas. Ganó San Martín y ambos deberán seguir batallando por sus objetivos determinado.